Aunque las personas mayores son las que más están respetando las normas de seguridad sanitaria para evitar el contagio de la COVID-19, es conveniente recordárselas a sus familiares y allegados cuando les visiten. El objetivo es evitar situaciones tan dramáticas como las que se han vivido en los pasados meses.
Por eso, desde el ámbito profesional del cuidado a las personas mayores, se recuerda la importancia de seguir una serie de hábitos:
- Conviene espaciar las salidas de las personas mayores de las residencias. Aunque supone un sacrificio, a la larga beneficiará su bienestar y el de quienes viven y trabajan con ellos. En el mismo sentido, hay que programar bien las visitas para evitar contactos de riesgo.
- Es bueno que las personas mayores se limiten a salir con su círculo habitual de contactos y que no vayan a lugares públicos muy concurridos.
- El uso de la mascarilla debe ser permanente, con la excepción de los momentos en que no se puede utilizar, como durante las comidas.
- Hay que respetar siempre la distancia de seguridad, y evitar todo contacto físico. Resulta especialmente duro, pero debemos pensar en la salud.
- La higiene de manos ha de estar tan presente como la mascarilla.
- Cuando se va a visitar a una persona mayor, conviene no realizar previamente desplazamientos a lugares donde se puede entrar en contacto con individuos fuera del círculo familiar. La visita a los mayores tiene que estar programada y ser específica.
Como recuerdan los expertos, la responsabilidad por el cuidado de la salud es compartida por parte de todas las personas. De poco vale que se sigan protocolos estrictos en un lugar, si los visitantes no los respetan.