En este segundo artículo sobre la fractura de cadera en personas mayores, la Doctora Lourdes Gorricho habla del tratamiento de las fracturas y el proceso de rehabilitación posterior. Finalmente, recuerda las cuestiones más importantes de cara a la prevención de este tipo de accidentes.
Tratamiento de las fracturas de fémur
Una vez originada la fractura, lo más importante es corregirla cuanto antes. Por eso, resulta determinante saber dónde se ha producido, en qué parte del fémur, porque esto determina el tratamiento y la recuperación.
Será el traumatólogo quien utilice el sistema más adecuado para cada caso. Dependerá mucho, además del lugar de la fractura, cómo esté el hueso de esa persona, su funcionalidad previa (camina, está en silla de ruedas…), o el estado cognitivo, ya que la rehabilitación es una etapa que requiere esfuerzo y constancia.
Pero quiero insistir en que cualquier tratamiento que pase por la intervención quirúrgica deberá realizarse lo antes posible, ya que se ha demostrado una relación directa entre el tiempo que transcurre desde la fractura hasta el quirófano y la presencia de complicaciones, de fallecimientos y de peor resultado en la recuperación funcional. Esto vale para pacientes incluso muy añosos.
Tras la intervención, hay que controlar muy bien el dolor que genera, así como vigilar y tratar muy bien la herida quirúrgica para prevenir infecciones . Parece muy conveniente tener un cuidado extremo con las movilizaciones y las transferencias (cama – sillón) y profilaxis de trombosis venosas de extremidades inferiores.
En este periodo post-operatorio, la masa muscular aún se va a perder mucho más. También deben vigilarse las retenciones de orina, estreñimiento, y otras complicaciones. Pero seguro que estamos en las mejores manos que van a estar atentos a todos estos posibles acontecimientos no deseados.
En estos casos, igualmente hay que controlar perfectamente los medicamentos que se toma, al igual que valorar la nutrición de esa persona, y ayudar con complementos proteicos, calcio y vitamina D3.
Rehabilitación funcional
Y ahora toca volver a caminar. Este es el siguiente objetivo y motivo por el que nos han realizado esta intervención, por lo que tenemos que colaborar con los fisioterapeutas y trabajar. Es cierto que las estadísticas nos dicen que hay un 20 % de ellos que ya no van a volver a hacerlo. En un 15% nos dice el Dr. Arrien que lo harán solo dentro de su casa y, el resto, entre el 50 y el 65 % recuperan su autonomía previa. Aquí es donde adquieren toda su importancia las Unidades de Ortogeriatría.
Merece la pena prevenir las caídas
Como conclusión final, conviene que nos quede claro que merece la pena prevenir las caídas. Los aspectos que debemos repasar son:
¿Tengo barreras arquitectónicas en mi vivienda o en el acceso a ella?
¿Tengo buena iluminación, sobre todo nocturna?
¿La altura de mi sillón, sofá u otros asientos es la adecuada?
¿Mi cuarto de baño es seguro?
¿Qué fármacos de los que tomo me puede afectar al equilibrio o a la marcha?
¿Cómo me levanto de la cama?
¿Sufro vértigos, Parkinson?
¿Hago ejercicio físico? (vale caminar 30 minutos al día para que mis músculos y articulaciones estén fuertes y flexibles)
¿Mi dieta es completa?
Las cantidades diarias recomendadas para calcio y vit D. son de 1000 a 1200 mg/ día del primero y de 800 a 1000 UI /día para la vitamina D, en mayores de 55 años, que es la responsable de que el calcio se absorba. Es mejor tomar en dos veces al día junto con la comida. Que nuestra dieta contenga pescados azules sobre todo y tomar el sol, por eso hay que salir al exterior, este sol consigue que se forme la Vit D3 en nuestro cuerpo.
Directora de los Apartamentos Tutelados de Proginsa