Un grupo de residentes de los Apartamentos Tutelados de Proginsa han tomado parte en una nueva edición del curso de arcilla polimérica. Durante varias semanas, los participantes han aplicado su creatividad e imaginación para diseñar bisutería y otras piezas.
Este tipo de trabajos tiene indudables ventajas para las personas, mayores, tal como señala Isabel Jaso, artista responsable del curso. «En la parte física, trabajar con las manos mejora la psicomotricidad fina, la elasticidad y la coordinación», aspectos que no deben abandonarse a ninguna edad.
Y en lo que respecta a la dimensión emocional, «está demostrado que las manualidades contribuyen a disminuir el estrés, despiertan la imaginación y refuerzan la autoestima». Por otra parte, son un motivo estupendo para fomentar las relaciones sociales y divertirse en compañía de otras personas.
Así lo entienden también los asistentes al curso. Para María Jesús, el taller «me ayuda a encontrarme con la creatividad y me hace sentirme capaz de hacer cosas diferentes». Para Carmen, es una tarea «que me proporciona agilidad en las manos». En opinión de Loli, resulta muy grato descubrir «que puedo hacer cosas especiales y por eso se lo recomiendo a todo el mundo». Y según Juani, «trabajar con la arcilla es una experiencia fabulosa porque se realizan labores muy creativas».
Todas coinciden en que gracias al taller, pasan muy buenos ratos. Testimonios como «siento menos soledad al estar con mis compañeras», «me cuesta salir de casa, por lo que estos ratos son muy positivos», «disfruto de las vivencias con otras personas, que son encantadoras», se repiten por parte de los participantes, para quienes la iniciativa les hace sentirse mejor en su día a día.
Como afirma Isabel Jaso, «hemos pasado unos ratos muy agradables y entretenidos todas las tardes de los jueves. Ha sido una gozada dar clase a unas alumnas tan entregadas, tan trabajadoras y tan dispuestas». Se ha trabajado desde cero, mezclando colores y dando forma a las piezas con las propias manos. «La mayor parte de ellas han experimentado con piezas de bisutería, pero las más atrevidas han probado incluso a crear figuras, algo que supone un mayor desafío.