Desde su fundación en 1985, Proginsa ha abordado proyectos inmobiliarios con un compromiso de inversión a largo plazo y socialmente responsable. Se han concretado en iniciativas de alquiler social protegido, dirigidas a colectivos con mayor dificultad de acceso a la vivienda, como jóvenes y mayores.
Para estas últimas, en 1996 comenzó a promover varios edificios de apartamentos tutelados, viviendas en régimen de alquiler protegido con servicios para personas mayores de 60 años, que gestiona directamente en su integridad. Este año se cumple el 25 aniversario del proyecto, que actualmente cuenta con cuatro inmuebles en Pamplona y Ansoain, con un total de 235 apartamentos para 270 residentes: Apartamentos Leyre, Apartamentos Ermitagaña, Apartamentos Irunlarrea y Apartamentos Ansoain.
Apertura de los Apartamentos Tutelados en 1996
Como recuerda Lourdes Gorricho, directora de los Apartamentos Tutelados, «el 29 de enero de 1996 fue el inicio de la andadura del primer inmueble en Pamplona, el de la calle Leyre 17-19. Los edificios de Irunlarrea y Ermitagaña se abrieron unos meses más tarde, el 6 de marzo. Y hasta julio de 2005 no se abrió el cuarto inmueble, los apartamentos de Ansoain. Nuestro recordado compañero, Javier Pérez de Ciriza, fue quien los puso en marcha, en un momento en que esta empresa era muy novedosa, por sus especiales características»
Desde entonces, 881 personas han vivido de forma independiente en estos inmuebles, ubicados en atractivas zonas de la capital navarra y su comarca, en las que han podido vivir a su aire en entornos urbanos, con todos los servicios a su alcance. En su interior albergan viviendas amuebladas para 1 o 2 residentes, en régimen de alquiler social y con posibilidad de subvención, pensadas para facilitar el día a día, sin barreras arquitectónicas, adaptadas a las necesidades de los mayores y con unos servicios básicos que les facilitan el día a día, como limpieza o conserjería.
Asimismo, los residentes tienen la posibilidad de acceder a servicios opcionales, como comedor, y a actividades sociales y culturales. En cuanto a estas últimas, cabe señalar que siempre se ha realizado un esfuerzo de integración en las zonas donde se encuentran los apartamentos. Por ejemplo, desde 1997, en colaboración con el Club de Jubilados de Ermitagaña y Mendebaldea, ERYMEN, el Centro de Salud y la Unidad de Barrio de Ermitagaña, «se celebran las Jornadas Personas Mayores y Salud, con charlas semanales y actividades paralelas como excursiones y encuentros al aire libre. Es un evento pionero que queremos mantener en el futuro cuando la situación se normalice», señala Lourdes Gorricho.
La mayoría de los residentes proceden de Pamplona
En estas dos décadas y media, en los Apartamentos Tutelados de Proginsa, «un 66% de los residentes han procedido de Pamplona, y un 30% de otros lugares de Navarra. Solo un 4% han llegado desde otras provincias de España». Como promedio, han residido en ellos una media de casi seis años. «Entre ellos, hubo una persona que estuvo con nosotros hasta los 101 años, en los Apartamentos Irunlarrea, acompañada de su hija. Otra vivió hasta los 99 años en los Apartamentos Leyre».
Y es que este modelo residencial es una segunda casa para todos los residentes en la última etapa de sus vidas. La alternativa idónea en un momento en que se necesita vivir con tranquilidad, sin las obligaciones que ha supuesto sacar adelante un hogar y una familia, y con el tiempo disponible para disfrutar libremente de las pequeñas cosas.
Además, constituyen un entorno que facilita el contacto, que los individuos se junten y unan sus experiencias y aficiones. En opinión de la Doctora Gorricho, «ese el mayor éxito de los Apartamentos Tutelados, que ayudan a evitar la soledad padecida por muchos ancianos aislados en sus viviendas, sin conexión con sus familias o amistades». Por eso, junto a los servicios generales, se ha hecho siempre un gran esfuerzo por promover las actividades sociales y culturales, para que los vecinos se encuentren, se sientan integrados en el edificio y en el barrio, y compartan los momentos posibles.
Un modelo residencial adecuado para las personas mayores
Hasta en los momentos difíciles del confinamiento del año 2020 se hizo evidente el papel relevante de este modelo residencial. Como recuerda la directora, «en muchas plantas de los edificios, los residentes citaban a la una del mediodía en el pasillo. Se saludaban, comprobaban que todos estaban bien y entonaban su particular versión de ‘Resistiré’. Resultaba muy emotivo verles acudir puntuales a su encuentro con los demás».
Las medidas preventivas adoptadas antes de que comenzará el confinamiento, unidas al comportamiento responsable de todas las personas, permitieron que durante ese primer período, el de mayor riesgo, no hubiera ningún positivo en los cuatro edificios. El hecho de que los residentes habiten en su propia vivienda, la existencia de restricciones en las zonas comunes para evitar los contagios y las normas de protección cumplidas con rigor, han ayudado a poder vivir con cierta comodidad, aunque durante un período no era posible estar con los familiares y allegados. Poco a poco, al igual que en el resto de la ciudadanía, la vida en los Apartamentos Tutelados retorna a la normalidad.
Por la dignidad de las personas mayores
Hace 25 años, los Apartamentos Tutelados fueron una iniciativa pionera, que se adelantó a los cambios que hoy día ya son bien patentes. Se anticipó a la necesidad de proporcionar una vivienda y unas condiciones dignas a un colectivo que cada vez representa una proporción más elevada de la sociedad y al que, sin embargo, no se le otorga la atención que se merece, tanto en el ámbito social como en las políticas públicas.
Por fortuna, cada vez surgen más soluciones de vivienda como la promovida por Proginsa en estos cuatro edificios, y es esperable que las medidas de protección aún se incrementen más para luchar contra la soledad, uno de los grandes males de nuestro tiempo.
Desde Proginsa y la dirección de los Apartamentos Tutelados queremos agradecer la confianza de todos los que han vivido en ellos a lo largo de este tiempo, así como el compromiso del equipo de profesionales y colaboradores que mantienen el día a día y se ocupan en primera persona de nuestros residentes. Volveremos a recordarlo en el próximo aniversario.