Hace ya años que se alerta del incremento de la soledad de las personas. En un mundo superpoblado, resulta paradójico que un número creciente de individuos vivan solos en circunstancias que no han elegido. Es un hecho que afecta principalmente a las personas mayores, en la medida en que sus hijos se emancipan y sufren la pérdida de sus parejas.
Pero también es significativo su aumento entre quienes tienen menor edad. Los cambios en los modelos familiares y de vida ha llevado a que millones de personas vivan solas. Cuando la situación es buscada, no hay ningún problema, aunque muchos estudios sostienen que la felicidad y el bienestar están ligados a la interacción con los demás, entre otros factores.
En todo caso, lo realmente problemático es el momento en que las personas se encuentran en esa circunstancia sin quererlo. En un reciente estudio publicado por la Fundación ONCE señala, además, que la soledad no deseada tiene un importante impacto económico. Han estimado que nada menos que 14.141 millones de euros anuales se pierden por culpa de la soledad.
¿Cómo se calculan estos datos?
Primero, se ha hecho una estimación de los mayores gastos sanitarios en los que se incurren por la mayor presencia de ciudadanos solos. Segundo, se considera que este fenómeno también afecta a la productividad laboral y, tercero, que los problemas físicos y psicológicos derivados de la soledad tienen asimismo un coste económico elevado.
La dimensión económica de este problema, por sí sola y a efectos más prácticos, debería suscitar medidas para paliarlo, ya que se pierden recursos muy valiosos que podrían ser utilizados en muchas políticas públicas.
Por otra parte, el estudio aborda las principales causas de la soledad no deseada, que se resumen en las siguientes:
- Falta de convivencia o apoyo familiar o social, que afecta a un 57% de quienes viven solos. Por tanto, es la causa principal.
- Causas laborales, como el exceso de trabajo, haber perdido el empleo o tener problemas de acoso laboral.
- Aislamiento debido al entorno geográfico, porque se vive en zonas aisladas o no se dispone de recursos para interactuar con otros.
- Dificultad para relacionarse por falta de habilidades sociales.
- Problemas de salud, que impiden llevar una vida normal.
Como conclusión, el estudio señala que «la soledad no deseada es un problema de gran magnitud que afecta a muchas personas
en España. Además de los efectos negativos que tiene para la calidad de vida de las personas, la soledad no deseada supone unos costes económicos muy importantes».
Está en manos de todos poner solución esta cuestión, porque se puede empezar por preocuparse de quienes tenemos más cerca de nosotros.